Alcanzar la felicidad

– ¿Por qué nacemos? – le pregunta un niño a su abuelo.

– Hemos venido a este mundo a saldar una deuda, a cumplir una misión o a realizar un aprendizaje, como más te guste decirlo. – responde el abuelo.

– ¿Por qué morimos? – vuelve a preguntar el niño.

– Cuando cumplimos nuestra misión, entonces nos morimos. – responde el abuelo.

– ¿Cada persona tiene una misión distinta?

– Sí.

– Yo creía que la misión de todo el mundo era alcanzar la felicidad, como dicen en la tele. – dice el niño.

– La felicidad es solo un concepto comercial que las grandes marcas se encargan de explotar para vendernos zapatos, perfumes o viajes… Estos productos mitigan un poquito nuestro sufrimiento, pero siempre regresa. – exclama el abuelo.

– ¿Qué es el sufrimiento?

– Cuando ignoramos el sentido de nuestra vida, valoramos algunas experiencias como negativas por qué no podemos comprender que forman parte de nuestro aprendizaje. Por eso, cuanto antes descubramos cuál es nuestra misión, antes dejaremos de sufrir.

– Y… ¿cómo sabré cuál es mi misión? – pregunta preocupado el niño.

– Acepta que el sufrimiento siempre estará en mayor o menor grado ahí hasta que descubras cuál es tu misión. Vívelo sin oponer resistencia. Silencia los ruidos externos y escucha tu voz interior. Ella te señalará el rumbo. – le tranquiliza el abuelo.

– ¡Gracias abuelo!

Un relato de Núria López